Tenía muchas ganas de volver a hacer un tagine y creo que esta es mi favorita entre todas mis recetas. Con canela, miel y azahar, este plato tiene el sabor que debe tener. Es una verdadera delicia con sémola.
La carne es extremadamente tierna. Primero se cuece 1 hora en una cacerola tapada, 15 minutos sin tapar y 10 minutos tapada en el horno. Este último paso me parece muy importante: aporta un “je ne sais quoi” al plato. La carne está caramelizada y la salsa almibarada.
Para 4 personas :
- 1,5 kg de paletilla de cordero semideshuesada
- 100 g de anacardos
- 1 cucharada de agua de azahar
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 1cm de jengibre fresco
- 2 a 3 vaso de agua
- 1.5 cucharadas de miel
- la ralladura de un limon
- 1/4 cucharadita de cúrcuma
- sal
1- Deshuesar la paleta y cortarla en trozos.
2- Rebanar las cebollas y picar finamente los dientes de ajo.
3- Rallar finamente el jengibre.
4- Calentar aceite en una sartén y dorar la carne por todos lados. Sal.
5- Reservar y añadir las cebollas, los dientes de ajo, el jengibre y la ralladura de limón. Agregue un poco de aceite si es necesario y cocine por unos minutos.
6- Añadir la carne. Raspar para recoger los jugos de la cocción. Agregar miel, canela. Mezclar bien antes de verter el agua (apenas arriba). La carne debe sobresalir del agua. Tape y cocine por 1 hora a fuego lento.
7- Pasada una hora añade el agua de azahar y la cúrcuma. Llevar a fuego lento y continuar cocinando durante 15 minutos sin tapar.
8- Precalienta tu horno a 200°C.
9- Después de 15 minutos, agrega los anacardos, tapa y hornea por 10 minutos.