Verrines de postre, no hago muchos. Quizás porque soy demasiado codicioso y un verrine no es suficiente en cantidad ;-).
Pero esa noche me inspiré y la presentación en vasija correspondió mejor a este tipo de postre.
La receta es muy sencilla y me llevó muy poco tiempo.
La explicación está en el título pero para decir más, se cortan peras en dados y se colocan en el fondo de los vasitos. Por encima le eché una salsa de caramelo casera y le puse unos cubitos de pan de especias.
Lo cubrí todo con una especie de bizcocho de sémola mucho más cremoso y con sabor a vainilla.
El sabor es mejor al día siguiente porque la pera suelta jugo que se mezcla con el caramelo y empapa el pan de jengibre. Es francamente mejor.
Para 6 vasos:
- 2 peras
- 1 rebanada de pan de jengibre
- salsa de caramelo
- 50 g de sémola de trigo fina
- 25cl de leche
- 1 amarillo + 1/2 blanco
- 2 paquetes de azúcar de vainilla
1- Hervir la leche con el azúcar en un cazo pequeño. Vierta la sémola en lluvia y mezcle 3-4 minutos hasta que espese.
2- Retirar del fuego, verter la yema y la media clara, removiendo para que no queden trozos de huevo cocido. Libro.
3- Pelar las peras y cortarlas en cubos. Distribuirlas en los vasitos.
4- Añadir 1 cucharadita de flan en cada vasito y luego el pan de especias troceado.
5- Verter encima la crema de sémola y dejar reposar en frío al menos 1 noche.