Muy simple pero sorprendente cuando lo muerdes. El interior de estos bombones se rellena con vainilla o limón. Una cáscara crujiente y un interior suave.
Esta idea funciona con cualquier ganache. ¡Uso los que hago para mis macarrones! Todo está permitido.
Yo no usé molde, pero si tienes un molde de chocolate, viertes las ganaches en él y las metes en el congelador de esa manera. También puedes clavar una pala en chocolates para hacer piruletas.
Almacenamiento: una semana en el frigorífico.
Para 30 bocados (15 de cada sabor):
ganaché de limón
- 2-3cl de limón
- 5g de mantequilla
- 50g de chocolate blanco
ganache de vainilla
- 45g de chocolate blanco
- 25 g de nata líquida
- 1/2 vaina de vainilla
la concha de chocolate
- 50g 70% chocolate negro
ganaché de limón
1- Derretir todo en un cazo al baño maría. Dejar endurecer en el frigorífico durante varias horas.
ganache de vainilla
1- Calienta la nata con la 1/2 vaina de la que has recogido las semillas con un cuchillo. Dejar en infusión durante 10 minutos. Retire la media vaina y agregue el chocolate partido en trozos. Dejar derretir a fuego lento. Dejar enfriar durante varias horas en el frigorífico.
Las canicas
1- Formar bolitas más o menos adecuadas y congelarlas. Si no son perfectos, no importa porque puedes volver a formarlos después de congelarlos.
2- Dejar así durante varias horas.
El chocolate
1- Derretir el chocolate al baño maría mediante la técnica del templado. Sumerja las bolas en él y colóquelas en papel pergamino.
2- Conservarlos en la nevera hasta el momento de servir.