Es un entrante muy ligero que permite saborear el calabacín de forma diferente. Lo ofrezco crudo, rallado, acompañado de hierbabuena, mozzarella, picatostes de pan con aceite de oliva y una vinagreta de limón para realzarlo todo. Es súper fresco, perfecto cuando hace calor porque hay muy poca cocción (solo los picatostes de pan que posiblemente puedes hacer en la tostadora si realmente no quieres encender la placa!).
Para 4 personas :
- 3 calabacines medianos
- 2 rebanadas de pan
- 4 hojas de menta
- 150 g de bolitas de mozzarella pequeñas
- Unas cuantas hojas de rúcula
- 1 limón
- Aceite de oliva
- Sal pimienta
1- Lavar los calabacines y rallarlos en un rallador de agujeros grandes.
2- Cortar el pan en cubos pequeños. Calentar una sartén con aceite y dorar los picatostes.
3- Vierta las bolas de calabacín, la menta finamente picada y la mozzarella en una ensaladera.
4- Añadir unas hojas de rúcula.
5- Sal, pimienta. Rocíe con aceite de oliva y jugo de limón.
6- Mezclar y reservar 30 minutos en el frigorífico.
7- Cuando esté listo para servir, agregue los picatostes de pan.