Es una receta ultra sencilla para disfrutar de las castañas aunque no tengas chimenea para asarlas. El horno permite obtener castañas calientes y asadas igual de buenas. La alegría del olor a castañas por toda la cocina, la alegría de quemarse los dedos para pelarlas y devorarlas. Lo adoro !
Para controlar fácilmente qué castañas son seguras para comer, sumérgelas en un recipiente con agua. Las castañas que flotan hay que tirarlas, es señal de que están agusanadas o podridas.
El truco para pelarlos fácilmente es precocerlos en agua hirviendo durante 3 minutos, luego ir al horno.
Por último, la castaña es una fruta fresca, hay que guardarla en el cajón de verduras del frigorífico.
Para 2 personas :
- 250 g de castañas de calidad (¡o más si eres goloso!)
1- Hacer un corte a todo lo ancho en la base de las castañas (la parte clara y redondeada). Yo uso un cuchillo de sierra para facilitar el trabajo. ¡Cuidado con los dedos!
2- Poner a hervir agua en una olla y añadir las castañas. Cocine por 3 minutos y luego escurra.
3- Colocar las castañas en un plato.
4- Precalienta tu horno a 200°C y hornea por 20 minutos. ¡Las castañas están listas para comer!