Desde que empecé a hacer bizcocho de yogur salado (con mi receta de queso feta y jamón de pavo), he querido explorar otros sabores. Creo que el pastel de yogur salado reemplazará a los pasteles. Los encuentro más ligeros, esponjosos y sabrosos. ¡Su textura es perfecta para mí!
Aquí, es una mezcla de piñones, tomates confitados, Ossau-Iraty y pimiento de Espelette. Regalese ! 🙂
Para 6 personas (Para un molde de 26 cm):
- 1 bote de yogur natural (125 g)
- 3 botes de harina T45
- 1/2 bote de aceite de oliva
- 1 paquete de levadura en polvo
- 3 huevos
- 10 tomates confitados
- 1 cucharadita de pimiento de espelette
- 1/2 bote de ossau-iraty
- 2 cucharadas de piñones tostados
- Sal
1- Vierta el yogur en un bol y limpie la olla para medir los demás ingredientes.
2- Añadir los huevos y mezclar con unas varillas.
3- Agregar la harina y el polvo para hornear. Salar ligeramente y agregar el chile. Mezclar con un batidor.
4- Terminar con aceite de oliva. Revuelva y pruebe para ajustar la sazón. La masa básica está terminada.
5- Añadir el Ossau-Iraty en cubos pequeños y los tomates confitados troceados.
6- Mezclar la masa con la espátula.
7- Verter la masa en un molde de tarta y añadir los piñones por encima, mezclándolos ligeramente con la masa.
8- Precalentar el horno a 180°C y hornear durante unos 45 minutos. Inserte la hoja de un cuchillo para probar si está listo. Debe salir seco.
9- Desmoldar y dejar enfriar completamente a temperatura ambiente.