Los platos de raviolis son un reemplazo maravilloso para los platos de lasaña. Ya he colgado en el blog una receta de lasaña de ravioles a la boloñesa. Fui con otra idea que combina salmón ahumado y puerros. ¡Un delicioso gratinado que se pega bien al cuerpo!
Los raviolis Dauphiné se pueden sustituir por ravioles pequeños de queso de cabra.
Para 4 personas :
- 8 hojas de ravioles Dauphiné
- 200 g de salmón ahumado
- 2 cebollas
- 4 puerros blancos
- 20 cl de nata espesa
- Parmesano rallado
- Sal pimienta
1- Pelar y trocear las cebollas. Rehogarlas en una sartén con un poco de aceite.
2- Lavar las claras de puerro, cortarlas en 2 para hacer secciones más pequeñas.
3- Tome una sartén llena de agua con sal gruesa y sumerja las secciones de puerro. Déjalos cocinar hasta que estén tiernos. Retirarlos del agua y dejar enfriar antes de cortarlos a lo largo.
4- Cortar el salmón en trocitos pequeños.
5- Verter una base de nata fresca en una fuente para gratinar.
6- Coloque 2 hojas de ravioles una al lado de la otra en el fondo del plato.
7- Cubrir con el puerro pelado, la cebolla y el salmón ahumado.
8- Terminar con un poco de nata fresca y repetir la misma operación 2 veces más. Terminar con las últimas 2 hojas de ravioles.
9- Cubrir con una fina capa de nata y un poco de parmesano.
10- Precalentar el horno a 190°C y hornear durante 20-25 minutos.