No uso mi lavanda a menudo porque a cariño no le gusta. ¡Se siente como si estuviera comiendo jabón! También probé el violeta pero tampoco le gustó. No se ustedes, pero a mi me encanta!
Todavía me aventuré con los yogures con este dulce aroma, ¡solo para mí! Y, francamente, ¡disfruto cada yogur! Sobre todo porque ahora uso fermentos lácticos de Alsa y los yogures son tan dulces que es aún más agradable.
Para conocer mis otras recetas, visita mi nueva sección de yogures.
Te invito a leer mi ficha para saber todo sobre los yogures caseros (con y sin yogurtera) y la elección de una yogurtera.
Para 8 yogures (es decir, 1L de leche):
- 4 cucharaditas de flores de lavanda
- 1 litro de leche entera
- 8 cucharadas de azúcar
- 1 paquete de fermento láctico
1- Vierta la leche y la lavanda en una cacerola. Calienta a fuego lento, apaga el fuego y deja infusionar durante 12 horas (cuando la leche esté fría, métela en el frigorífico).
2- Filtrar la leche. Añadimos el azúcar y poco a poco añadimos los fermentos batiendo.
4- Verter en los tarros de cristal (con embudo y cucharón). Cierre la yogurtera y enciéndala. Consulta en su manual de usuario si poner o no las tapas a tus tarros y la duración de la preparación.
5- Cuando la yogurtera haya terminado su trabajo, cierra tus botes y déjalos en la nevera durante 2 horas para que se endurezcan.