La maracuyá y la vainilla se mezclan para dar lugar a yogures exóticos como a mí me gustan. Yo las endulcé con sirope de agave que se puede encontrar en la sección azucarera u orgánica de los supermercados. Su textura y aroma están a medio camino entre la miel y el jarabe de arce. Se extrae de un cactus mexicano.
Te invito a leer mi ficha para saber todo sobre los yogures caseros (con y sin yogurtera) y la elección de una yogurtera.
Para 8 yogures (es decir, 1 litro de yogur)
- 1 litro de leche entera
- 8 cucharadas de sirope de agave (orgánico)
- 4 fruta de la pasión
- 1 vaina de vainilla
- 1 paquete de fermento láctico
1- Vierta la pulpa de maracuyá en una licuadora pequeña con el sirope de agave y mezcle. Filtrar y verter este jugo en un bol.
2- Partir la vaina por la mitad y poner las semillas en el bol. Mezcla.
3- Vierta la leche y mezcle.
4- Añadir el fermento láctico sin dejar de batir para distribuirlo uniformemente.
5- Poner en una yogurtera y dejar en el frigorífico 2 horas antes de la degustación.