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Si estás buscando un lugar con exquisita comida, un ambiente familiar, donde los niños puedan entretenerse libremente mientras tú te tomas un delicioso trago, este es el lugar: La Divina Comida.
Ubicado en un sector residencial de Lo Barnechea, Santiago, posee amplios estacionamientos, parque de juegos para niños y una decoración que recuerda una típica trattoria italiana.
Cuando pienso en comida italiana, ya se ma hace agua la boca, ya que siempre son preparaciones sencillas pero llenas de sabor (una buena preparación pueden sorprender), con mucho queso, masas y acompañadas de ricos vinos, son una opción insuperable para llevar a mamá en su día!
En La Divina Comida, se preocupan de la fabricación de pastas artesanales y trabajan con ingredientes traídos directamente desde Italia, cuidando cada detalle para tener en la mesa los mejores resultados.
Fui invitada con mis amigas a probar su carta de temporada y estaba muy indecisa de qué elegir al principio, ya que todos los platos parecían muy tentadores. Aparte de esto, la atención es muy buena, muy amable y explicativa de los platos.
Comenzamos por probar un surtido de sus antipasti (entradas para compartir para los Italianos), entre los cuales destacaron los Calamares alla Romana (apanados y untados en salsa marinara), el Tartar di Salmone (con un toque de jengibre y limón sutil), la muy deliciosa Mozzarella Fresca, acompañada de un delicioso Prosciutto y sin duda lo que más me gustó fue el Paté de Ave, que formaba parte del “Antipasto della casa” (un surtido de 5 variedades). En la carta dice que hay que preguntar al garzón cuál es el antipasto del día disponible.
Los italianos comen siempre un primo piatti que es pasta o risotto en una porción pequeña y luego el secondi piatti, en donde va la carne o el pescado. En este restorán tanto las porciones de primo piatti como de secondi piatti o principal son una buena poción, así que solo con uno una persona queda bastante satisfecha.
De secondi piatti pude probar varios platos también, pero opté por devorarme unos tradicionales Gnocchi al Pesto, de textura cremosa, con un pesto suave sin un fuerte sabor a ajo (como me ha tocado en otros lugares). También degusté los Tortelli alla Panna, una suave pasta casera rellena de carne de cerdo, prosciutto y grana padano en salsa de crema, muy deliciosos! Otro recomendado es el Cannelloni Ponte Vecchio y el siempre espectacular Ossobuco ella Milanese con Fettuccine a la mantequilla, una carne que se deshace en la boca, toda una experiencia.
Para el postre, también tuve la suerte de probar todo el surtido que ofrecen, todos preparados en el mismo restaurant.
El primero que probé fue el Crème Brûle all`amaretto, con la cremosidad perfecta (soy muy exigente con este postre), luego la Panna cotta ai frutti di bosco, insuperable, el Tiramisú que también entraba en competencia, pero el más original y el que más me gustó fue el Zucca al caramello, que eran dados de zapallo, crijuentes por fuera y suaves por dentro, en su propio almíbar bañado con crema, una delicia. Hago mención especial al Duo di cioccolata, porque soy chocolover y porque estaba notable!
Terminamos con un espresso y después fuimos al lugar estrella del restorán: Il Mercatino. Al lado del comedor, una sala llena de productos directamente traídos de Italia y productos que se preparan en el restaurant. Pastas frescas, salsas, carnes, aceites, bebidas y postres. Por ejemplo, si te gustó uno de los platos de la carta y quieres compartirlo en casa con tu familia, te lo puedes llevar congelado y al vacío con todas las instrucciones para reproducirlo, igual que en el restaurant. Yo me llevé un Stinco di agnello al chianti (Garrón de cordero al vino tinto) y los deliciosos Tortelli alla panna, además del postre de chocolate.
¿El precio? Más que razonable para lo delicioso de sus platos y el ambiente relajado y muy familiar.
Recomiendo ir a La Divina Comida, se come rico en un ambiente relajado y te puedes llevar cosas exquisitas a tu casa!
Con cariño,
Nati
