Para estas magdalenas rellenas de mermelada, con el buen gusto de la infancia, opté por hornearlas en moldes de mini muffins más aptos, creo, para hornear. No estoy seguro de que hubiera sido fácil meter la masa en moldes para magdalenas.
Me inspiré en los gallos que solía comer durante el recreo en la escuela primaria. Las magdalenas caseras tienen la ventaja de ser un poco crujientes por encima y suaves por dentro. Lo adoro !
Para la mermelada, tome una mermelada o gelatina bastante firme. También puedes divertirte con los diferenciales.
Para 14 magdalenas:
- 2 huevos
- 120 g de azúcar
- 150 g de harina
- 120 g de mantequilla derretida
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo
- Mermelada tipo frambuesa bastante firme
1- Batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla blanquee.
2- Añadir la levadura, la harina y la mantequilla. Batir hasta que la mezcla se vuelva homogénea.
3- Dejar reposar la masa durante 1 hora en el frigorífico.
4- Unte con mantequilla cada celda de un molde para mini muffins, vierta una cucharada pequeña de masa.
5- Hacer un hueco con el mango de la cuchara (mojarlo para que sea más fácil) y añadir un poco de mermelada dentro.
6- Cubrir con masa de magdalenas. Con los dedos húmedos, amasa bien la masa para encerrar la mermelada.
7- Precalentar el horno a 180°C y hornear durante 8-10 min. Las magdalenas se hincharán y se dorarán.
8- Dejar enfriar antes de desmoldar. Si alguna vez las magdalenas son demasiado frágiles para desmoldarlas, coloque el molde en el refrigerador para endurecer la masa.
9- Guárdalas a temperatura ambiente en una caja.