Rellené mis pechugas de pollo con unas rodajas de chorizo, un poco de nata, perejil y cebollino. Empané ligeramente con gomasio, la única sal añadida en mi receta.
Estos blancos los acompañé con un risotto muy sencillo: 1 vaso de arroz arborio y 1 chalota salteados en grasa de oca y cocidos en vino blanco (10cl) y caldo de pollo (30cl). Lo finalicé con 1 cucharadita de nata fresca y virutas de parmesano. No hace falta sal, el caldo de pollo se encargará.
Para 2 personas:
- 2 pechugas de pollo bastante gruesas
- 8 rebanadas de chorizo en palitos
- 1 manojo pequeño de perejil
- 1 manojo pequeño de cebollino
- 1 cucharadita de crema fresca
- parmesano rallado
- gomasio
1- Cortar las claras en el grueso sin llegar al final. Despliegue como una billetera.
2- Untar con nata fresca, añadir el chorizo y las hierbas picadas.
3- Espolvorear con parmesano rallado. Cierra las claras. Átelos con cordel.
4- Espolvorear por encima con gomasio. Cocine las claras a fuego lento en una mezcla de aceite y mantequilla (o grasa de ganso si la tiene).