La Navidad se ha convertido en mi época favorita del año. Claramente estoy volviendo a la infancia. Con este blog, finalmente tengo que pensar en la Navidad lo suficientemente temprano como para ofrecer recetas para todo el mes de diciembre. Desde finales de noviembre ya empiezo a empaparme del ambiente navideño iniciando este “proceso” realizando la casita de jengibre que será el centro de la decoración de mi aparador. A lo largo de diciembre, no puedo evitar escuchar los villancicos navideños de Dean Martin, Andrew Sisters y Frank Sinatra mientras disfruto de chocolates calientes y té navideño.
La compra del árbol es un momento que siempre espero, completa la decoración de mi interior. E incluso si la Navidad no es en nuestra casa, pongo los regalos debajo del árbol. ¡Uno no va sin el otro!
Las ciudades adquieren un aire festivo con sus iluminaciones, los escaparates se adornan con guirnaldas luminosas. Puedes oler castañas asadas, vino caliente y galletas saladas (si tienes la suerte de tener un mercado navideño cerca de ti).
Me encanta salir de las tiendas con bolsas llenas de regalos y dedicar tiempo a hacer hermosos envoltorios. Es como un don de uno mismo, el deseo de agradar y de dar un pedazo de uno mismo. Algo así como cocinar, ¿verdad? Es el momento en el que nos olvidamos de las preocupaciones y en el que aprovechamos el momento presente.
Te deseo un maravilloso día y que lo disfrutes al máximo.
Os dejo con la receta para una Navidad perfecta. Para esto necesitas:
Un buen fuego de chimenea
Unos bastones de caramelo
un montón de chocolates
Velas encendidas
Un buen chocolate picante con malvaviscos tostados
Una casa de pan de jengibre iluminada
Una corona del tamaño de un bocado
Una mesa bien puesta
Regalos cuidadosamente envueltos
y un árbol para decorar