He aquí una receta que cambia las pizzas clásicas y que no es menos deliciosa: Carne de los Grisones, queso de cabra, láminas de remolacha, rúcula y canónigos, todo ello sobre crema de soja (para que no quede muy grasosa) y un poco de cebolla. .
La remolacha, aquí cruda, aporta dulzura y un bonito color al plato.
Para 2 personas :
- 1 masa de pizza casera
- 1/2 remolacha cruda (si no, cocida)
- 6 lonchas de carne de los Grisones
- 1/2 Pouligny (queso de cabra)
- 15 cl de nata líquida (soja)
- 1 cebolla
- Pimienta
- Canónigos y rúcula (opcional)
1- Divida la masa en dos y extiéndalas en círculo sobre una superficie de trabajo enharinada.
2- Colóquelos en dos bandejas para hornear cubiertas con papel pergamino.
3- Pelar la cebolla y picar finamente.
4- Extender la nata sobre cada base de hojaldre.
5- Añadir la cebolla.
6- Distribuir lonchas de queso de cabra.
7- Cortar las lonchas de carne de los Grisones en 3 a lo largo y luego en trozos pequeños y colocarlos sobre la pizza.
8- Dar una vuelta al molinillo de pimienta.
9- Precalienta tu horno a 200°C y hornea por 10 minutos.
10- Mientras tanto, pela la remolacha y córtala en rodajas muy finas con ayuda de una mandolina.
11- Cuando la pizza esté cocida, añade las rodajas de remolacha encima y vuelve a meter la pizza en el horno durante otros 5 minutos.
12- Sirva la pizza inmediatamente, cubra con una mezcla de canónigos y rúcula. Este paso es opcional.