Basándome en los cheesecakes de salmón ahumado, hice esta variante más primaveral, incluso veraniega, con guisantes y queso fresco de cabra. Cuando esté caliente se apreciarán fríos, en caso contrario sírvelos tibios. Esta es una receta que se puede hacer con anticipación y también se puede congelar. ¡Es fresco, ligero, una auténtica delicia!
Para 4 tartas de queso pequeñas:
Galletas de menta
- 100 g de harina T45
- 50 g de mantequilla
- 1 cucharada de menta picada
- 20 g de almendras molidas
- 4 cucharadas de agua
- Sal
Crema de guisantes
- 50 g de guisantes
- 120 g de ricota
- 120 g de queso de cabra fresco
- 2 huevos
- sal pimienta
La arena
1- Poner todos los ingredientes en un bol. Amasar a mano hasta formar una bola suave.
2- Estirar la masa sobre la superficie de trabajo, enharinada regularmente y cortar cuatro círculos utilizando cuatro círculos de 8 cm de diámetro.
3- Coloque estos círculos de masa con los círculos alrededor de ellos en una bandeja para hornear cubierta con papel pergamino. Asegúrate de que la masa abrace bien los círculos.
4- Mantener la placa fría durante 1 hora para evitar que la masa se encoja durante la cocción.
Crema de guisantes:
1- Poner a hervir una olla pequeña de agua con sal y cocer los guisantes durante 6 minutos.
2- Verter los quesos, los huevos y el pimiento en una ensaladera.
3- Batir la masa.
4- Añadir los guisantes escurridos y ligeramente salados.
5- Vierta en los círculos.
6- Precalentar el horno a 180°C y hornear durante unos 40 minutos: las tartas de queso deben estar bien doradas.
7- Desmoldar las tartas de queso pasando la hoja de un cuchillo por todos lados.
8- Estas tartas de queso se pueden comer templadas o frías.