Tenía muchas ganas de tatines salados y fue mirando mi nevera que opté por ponerle berenjena y tomate confitado. Funciona muy bien. La berenjena aporta mucha suavidad y el tomate un poco de vitalidad.
Estos tatins se sirven solos como entrante o como plato principal. En este caso, habrá que buscar un acompañamiento: lonchas de jamón crudo o ensalada verde por ejemplo.
Para 4 tatines individuales:
- 1 masa quebrada
- 1 + 1/2 berenjena
- 8 pétalos de tomate confitado en aceite
- Unos piñones tostados
- Albahaca
- Sal pimienta
1- Lavar las berenjenas y cortarlas en rodajas de 3 mm de grosor.
2- Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén grande y dora las rodajas de berenjena varias veces para que queden todas planas. Salarlos.
3- Mientras tanto, corta 4 círculos del tamaño de tus moldes pequeños (10 cm) de la masa quebrada.
4- Colocar en el fondo de cada molde, dos pétalos de tomates confitados.
5- Añadir las 4-5 rodajas de berenjena encima y presionar con las manos.
6- Cubrir con masa quebrada y llevar a la heladera mientras se precalienta el horno.
7- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 25 minutos.
8- Desmoldar y servir tibio con piñones tostados y albahaca picada.