Quedémonos un poco más de vacaciones con estos sabores de parmesano y tomates confitados que hacen maravillas en este pan. Lo serví con pepino, aceitunas negras, tomates asados al horno y ensalada verde. Esto nos dio una comida muy simple pero muy sabrosa.
A veces un poco de ligereza no hace daño.
Para 4 personas :
- 250g de harina
- 1 sobre de levadura de panadería deshidratada
- 1 cucharadita de sal
- 15cl de leche
- 4 pétalos de tomates confitados
- 20 g de virutas de parmesano
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de mostaza fuerte
en la panificadora
1- Verter en el bol la leche, el aceite, la mostaza y la sal.
2- Añadir encima la harina, la levadura, los tomates confitados cortados en tiras y el parmesano.
3- Poner en marcha el programa “masa”.
4- Sacar la masa de la máquina. Continúe con el paso de dar forma.
Con batidora o a mano
1- Verter en una ensaladera o el bol de tu robot amasador, la harina mezclada con la levadura, la leche, el aceite, la mostaza, la sal, los tomates confitados cortados en tiras y el parmesano.
2- Amasar hasta formar una bola. Cubra con un paño y deje crecer durante 2 horas a temperatura ambiente.
3- Ir al paso de dar forma.
Dar forma y cocinar
1- Estirar la masa sobre una hoja de papel pergamino de 1 cm de grosor. Siéntete libre de enharinarlo.
2- Dejar leudar de nuevo durante 30 minutos tapado con un paño de cocina.
3- Precalienta tu horno a 200°C y hornea por 15 minutos.
4- El pan debe quedar dorado. Deja que se enfríe sobre una rejilla. Se come tanto caliente como frío.