Después de pasar todo el mes de octubre acabando de alguna manera los 50 kg de tomates que había recibido por un trabajo (los que me siguen en Instagram saben de lo que hablo.^^), a principios de noviembre solo quería una cosa: ¡calabaza!
Esta es una receta que me permitió usar sobras de queso raclette y pechuga de pollo asada. También puedes hacer esta receta con pechugas de pollo compradas por separado. Ni siquiera tienes que cocinarlos primero, se cocinarán en el horno.
Para 2 personas :
- 1 calabaza moscada pequeña
- 1 cebolla
- 2 pechugas de pollo
- 6 rebanadas de queso raclette
- crema liquida
- Sal pimienta
1- Pelar la calabaza, quitar las semillas y cortar la pulpa en cubos. Condimentar con sal y pimienta.
2- Cortar las pechugas de pollo en cubos.
3- Rebanar la cebolla.
4- Verter la calabaza, las pechugas de pollo troceadas y la cebolla en una fuente para gratinar.
5- Espolvorear con un poco de nata líquida y un poco de agua.
6- Cubrir con queso raclette.
7- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 45 minutos.
8- Cuando esté listo para servir, espolvorear con perejil picado.