Ya está, me estoy metiendo en recetas con semillas de chía. Al mismo tiempo, con mis intolerancias de hombre, pruebo todo lo que puede tolerar. Y las semillas de chía son muy interesantes desde el punto de vista nutricional: ricas en proteínas, omega-3, fibra, minerales (calcio, magnesio, hierro, fósforo, potasio), vitaminas B y E y antioxidantes. Hay mucho que decir y podría escribir un artículo completo sobre el tema. Pero por ahora, solo comparto esta pequeña receta.
Si no lo sabe, sepa que se encuentran en tiendas orgánicas y vienen en forma de pequeñas semillas negras.
Las semillas también se pueden comer crudas, espolvoreadas sobre una compota, un yogur, una ensalada…. o hinchado en un líquido para hacer una especie de papilla sin cocinar.
Para 2 vasos:
- 20 cl de leche (o bebida vegetal de tu elección)
- 80 g de semillas de chía
- 1 a 2 cucharadas de jarabe de arándano (Maple Joe – departamento de jarabe de arce)
- Frutos rojos y muesli para cubrir
1- Mezclar la leche, las semillas de chía y el sirope de arándanos.
2- Mezclar con unas varillas durante 2 minutos hasta que las semillas se hinchen y se distribuyan mejor en el líquido.
3- Verter en los vasos y llevar a la nevera durante 12 horas (al menos unas horas).
4- Añadir fruta y muesli antes de comer.