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La originalidad de esta receta se juega en la presentación de este risotto, en forma de albóndigas. Para disfrutar fríos o tibios, van muy bien con láminas de salmón ahumado como entrada. También se pueden servir como aperitivo con brochetas. En este caso, disfrútalas frías reposadas una noche en la nevera.
Varíe las hierbas a su gusto o agregue pequeños trozos de salmón ahumado, gambas. En definitiva, esta receta se puede degustar de mil maneras.
Para unas 12 albóndigas:
- 1 cebolla pequeña
- 70g de arroz arbóreo
- 5cl de vino blanco
- 20cl de caldo
- queso parmesano
- 1 cucharada de eneldo
- 1 cucharada de crema espesa
1- Dorar la cebolla picada en una sartén pequeña. Añadimos el arroz y cuando esté traslúcido, vertemos el vino blanco. Deja que el líquido se absorba a fuego lento. Remueve sin parar.
2- Continuar la cocción echando un cucharón de caldo sin dejar de remover. Tan pronto como se absorba el líquido, agregue más caldo hasta que el arroz esté tierno.
3- Verter el eneldo y el queso parmesano, salpimentar y remover.
4- Retirar del fuego y añadir la nata fresca. Mezclar y reservar en el frigorífico.
5- Cuando la preparación esté lo suficientemente espesa, forma bolitas entre tus manos.
6- Sírvelas inmediatamente o guárdalas en la nevera.
