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Con la nueva dieta de mi esposo, ya no horneo como antes (e incluso no cocino como antes), eso es un hecho. No hace mucho, pude liberarme un día entre semana para poder hacer algunas recetas nuevas para el blog y darme un gusto al mismo tiempo (todavía es más fácil para él si no ve este tipo de manjares tirados por la cocina y si le ahorro los buenos olores que salen del horno).
La forma de estas galletas es muy fácil de hacer, y aunque no puedas hacerlo, no es gran cosa. Obtendrás una forma de caracol igualmente ingeniosa.
Para unas quince galletas:
- 200g de harina
- 80 g de mantequilla
- 60 g de azúcar moreno
- 1 huevo
- 1 cucharadita rasa de polvo de hornear
- Canela en polvo
1- Cortar la mantequilla en trozos y dejar que se ablande antes de mezclarla con el azúcar.
2- Añadir el huevo.
3- Terminar con harina, polvo de hornear y 1/2 cucharadita de canela.
4- Formar una bola, envolver en film transparente y refrigerar por 1 hora.
5- Tome la masa y extiéndala sobre una superficie de trabajo enharinada a 1 o 2 mm de espesor. Espolvorear con canela en polvo.
6- Hacer tiras de 5 mm de ancho por 15 cm de largo y enrollarlas sobre sí mismas como un caracol. Para hacer la pirámide, solo tienes que empezar ligeramente en ángulo mientras la enrollas.
7- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 15 minutos.
