El queso feta realza perfectamente el calabacín en este pastel. Es una mezcla que me gustó especialmente, y pienso volver a hacerla porque es una delicia.
Se puede comer caliente, templada o fría, ideal para un picnic.
Para 2 personas (molde rectangular):
- 1 calabacín
- 100g de feta
- 1 cebolla
- 2 huevos
- 25cl nata liquida
- sal pimienta
masa ligera
- 200g de harina
- 120 g de requesón
- sal pimienta
- 1 cucharada de aceite de oliva
Masa de tarta
1- Mezclar todos los ingredientes con las yemas de los dedos y trabajar la masa hasta que quede homogénea y tersa.
2- Cubrir con film transparente y llevar a la nevera durante 2 horas.
3- Estirar la masa, asegurándose de enharinar regularmente la superficie de trabajo y el rodillo.
4- Forrar el molde para tarta y reservar en la nevera.
la guarnición
1- Lava el calabacín y córtalo en rodajas finas.
2- Rebanar la cebolla.
3- Calentar un poco de aceite en una sartén y sofreír las cebollas y los calabacines durante 5 – 10 minutos. No dore, simplemente derrita las verduras. Agregue sal y pimienta.
4- Verter este relleno sobre la masa.
5- Batir los huevos con la nata. Agregue sal y pimienta. Vierta sobre el relleno.
6- Desmenuce el queso feta sobre el pastel.
7- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 30min.