Siempre tengo un frasco grande de chips de caramelo en mi cajón y uno de los usos que me gusta darles es en bollos. No lo pongo en la masa porque con el crecimiento y la humedad de la masa, las pepitas se derriten y hacen que la masa se vuelva pegajosa (probado pero no aprobado ;-)). Simplemente lo espolvoreé encima antes de hornear. Y para empujar aún más la glotonería, los sirvo con crema de caramelo con mantequilla salada.
En esta receta usé 2 harinas. Desde la T45 y la T110. Puedes hacerlo solo con T45 (o T55), pero tendrás que adaptar la cantidad de leche y revisarla a la baja.
Para 12 bollos:
- 2 huevos
- 125 g de mascarpone
- 80 g de azúcar en polvo
- 15 cl de leche tibia (planea un poco más)
- 250g de harina T45
- 250g de harina de trigo T110
- 1 sobre de levadura de panadería deshidratada
- 1 huevo para dorar
- 30 g de chispas de caramelo
1- Verter las harinas en un bol y mezclarlas con la levadura, el azúcar, el mascarpone, los huevos y la leche tibia.
2- Amasar hasta obtener una bola homogénea y ligeramente pegajosa. Si la masa está demasiado seca, agregue un poco de leche.
3- Cubrir con un paño y dejar leudar de 2 a 3 horas. La masa debe duplicar su volumen.
4- Separar la masa en 12 porciones y hacer bolitas. Colóquelos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
5- Glasear con la yema de huevo diluida con un poco de agua y espolvorear con trocitos de caramelo.
6- Dejar leudar las bolas de masa durante 1 hora a temperatura ambiente.
7- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 20 minutos.