¿Pan de jengibre y coliflor? ¿No te parece raro? Y, sin embargo, por sorprendente que parezca, la coliflor aprecia la dulzura y el calor del pan de jengibre. ¡Lo suaviza! Y con queso de cabra y pequeños trocitos de tocino, es realmente delicioso.
Puedes disfrutar este gratinado solo con una ensalada verde o como acompañamiento de carnes blancas.
Para 4 personas (como acompañamiento de carne):
- 1 kg de floretes de coliflor
- 1.5 rebanadas de pan de jengibre
- 200 g de fósforos ahumados
- 10 cl de nata líquida
- 3 cucharadas colmadas de ricota
- 1/3 de un rollo de queso de cabra
- Sal pimienta
1- Poner a hervir una olla grande de agua con sal y sumergir los ramos. Permitir 8 minutos de cocción.
2- Escurrirlos.
3- Calentar una sartén y dorar las cerillas a fuego fuerte. Libro.
4- Precalentar el horno a 180°C y colocar las rebanadas de pan de jengibre, dejar asar por 5 minutos.
5- Sacar las lonchas y cortarlas en dados pequeños.
6- Verter la nata líquida, el queso de cabra cortado en trozos y la ricota en un cazo. Caliente suavemente. Poco a poco, la cabra se irá derritiendo.
7- Verter la coliflor en una fuente para gratinar.
8- Distribuir el tocino.
9- Cubrir con salsa y colocar los trocitos de pan de especias. Dar una vuelta al molinillo de pimienta.
10- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 15 minutos.
11- Sirve este gratinado con una ensalada verde y acompaña con mostaza antigua (Yo probé esta mostaza Chablis antigua de la marca Maille, en su bonito bote de gres).