Estos pequeños bocados de aperitivo también se pueden cocinar en formato de tortitas para hacer un entrante ligero.
Son blinis sólo en nombre y forma. Estamos lejos de la preparación de auténticos blinis. Obtuve esta receta en un libro de «500 dedos de comida».
Una receta que fue apreciada por mi familia pero también por mi sobrinita: tenía miedo de que no le gustara el calabacín. ¡Uf! 😉
Para unos 12 blinis:
- 1 calabacín
- 1 cucharada de harina
- 1/4 cc de levadura en polvo
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada y media de crema espesa
- 1 chalota
- 12 g de parmesano (opcional)
- sal
1- Rallar el calabacín lavado y escurrirlo con sal en un colador durante 1 hora.
2- Mezclar la harina y la levadura en un bol. Verter en el centro la nata y la yema. Mezcla. Exprime el calabacín entre tus manos para quitarle todo el jugo y añádelo a la preparación. Añadir también la chalota finamente picada y el parmesano. Sal y mezclar.
3- Coloque pequeños montones en una bandeja para hornear con papel pergamino y hornee durante 15-20 min a 180°. Debería poder despegarlos fácilmente con un cuchillo. Dejar enfriar y servir.