Dudé durante mucho tiempo sobre lo que iba a preparar para el aperitivo. Tenía una espuma de caca de chivo en mi sifón y quería servirla. Abrí mi nevera y me quedé con una receta muy simple, ligeramente provenzal con pollo, calabacín, tomate, tomillo y vinagre balsámico.
Pero el conjunto es muy bonito y muy fresco. Coloqué la espuma frente a los invitados en el momento de la degustación (de lo contrario, la crema batida se habría convertido en sopa).
Para 6 vasos:
- 2 tomates redondos
- 1 pechuga de pollo
- 1 calabacín pequeño
- 1 cucharadita de vinagre balsámico
- 1 ramita de tomillo
- sal pimienta
Para la espuma de cabra
- 25cl de nata entera
- 2 excrementos de cabra (120g)
1- Con una mandolina, hacer rodajas de calabacín de 1-2 mm de grosor.
2- Calentar una sartén, pincelar las láminas con aceite de oliva y cocerlas por ambos lados hasta que se ablanden.
3- Colócalas sobre papel absorbente y córtalas en trocitos pequeños.
4- Cortar la pechuga de pollo muy pequeña. Haz lo mismo con los tomates.
5- Calentar una sartén con muy poco aceite, añadir el pollo a fuego alto con el tomillo desgranado. Dorarlo y agregar los tomates y el calabacín.
6- Dejar cocinar hasta que los tomates empiecen a triturarse. Al final de la cocción, agregue el balsámico. Agregue sal y pimienta.
7- Dejar enfriar y repartir en los vasitos.
Para la espuma (a hacer el día anterior)
1- Cortar los excrementos en trozos y colocarlos en un cazo con la nata líquida.
2- Calienta a fuego medio, revolviendo constantemente, hasta que el queso se derrita por completo.
3- Filtrar y verter en el sifón.
4- Ciérrelo y, boca abajo, incorpore el cartucho de gas. Agitar enérgicamente y reservar en el frigorífico (boca abajo u horizontalmente) hasta el día siguiente.
5- Justo antes de servir, añadir un toque de espuma al vasito y disfrutar.