Después de hacer mis flanes pequeños de ricota con sabores del sur, estuve muy tentada de comenzar de nuevo la experiencia con esta receta de una vieja revista que ya no existe: Vivre à table. No soy muy fan de las espinacas, pero no me importa comerlas cuando van incorporadas a una quiche, a una tarta o, como aquí, a un flan. Reemplacé las espinacas con la misma cantidad de espinacas tiernas que encuentro más dulces en sabor y más refinadas.
Los pistachos son esenciales en esta receta. Aportan crujido y un sabor soberbio que va muy bien con las espinacas. Estos flanes se pueden comer tibios o fríos.
Estos flanes los horneé en moldes para mini muffins, quedarán buenísimos para el aperitivo. De lo contrario, hornéalas en moldes para muffins o bizcochos (para estos últimos, dobla las proporciones).
Para 12 flanes pequeños:
- 130 g de espinacas baby (1 paquete)
- 175g ricota
- 1 huevo
- 5cl de nata liquida
- 30 g de pistacho salado
- 30 g de parmesano recién rallado
- 1 pizca de nuez moscada
- sal y pimienta
1- Caliente un poco de aceite en una sartén, agregue los brotes de espinaca y cocine a fuego lento hasta que los brotes se marchiten. Reservar fuera del fuego.
2- Batir el huevo con la nata, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Agregue la ricota y el parmesano. Cuando la mezcla sea homogénea, añadir 20g de pistachos triturados.
3- Exprime las hojas de espinaca entre tus manos para quitarles el exceso de agua y añádelas a la preparación.
4- Divida la masa en los moldes para mini muffins. Hornear durante 20min a 180°C.