¡Una receta llena de frescura y ligereza!
Inmediatamente solicitado, inmediatamente hecho con, sin embargo, varias modificaciones: dividí las proporciones por dos y cociné la masa en mini moldes para pasteles, que me dio 4. También agregué aceitunas y tomates confitados a la receta para darle un sabor provenzal más pronunciado. Finalmente puse más ricota. Hubiera necesitado 200g, puse el bote lleno, 250g, para no desperdiciar 🙂
Y el resultado es delicioso. Las disfrutamos servidas con una ensalada de canónigos y tomate.
Para 4 personas :
- 6 aceitunas negras sin hueso
- 1 pétalos de tomate confitados
- 10 hojas de albahaca
- 250 g de ricota
- 30 g de queso parmesano rallado
- 3 huevos
- 15cl de leche
- nuez moscada
- sal y pimienta
1- Mezclar la ricota con la leche en un bol. Agregue los huevos y el queso parmesano. Batir para obtener una mezcla homogénea.
2- Salpimentar y añadir 2 pizcas de nuez moscada, la albahaca picada, las aceitunas picadas y el pétalo de tomate cortado en trocitos pequeños.
3- Divide esta mezcla en tu molde para mini tortas. Hornear a 180°C durante unos 30 minutos. La parte superior debe estar ligeramente dorada. Introduce un cuchillo para comprobar si está listo, debe salir seco.
4- Llevar a la heladera así toda la noche antes de poder desmoldarlos.