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Aprovecho este artículo para hacerte descubrir una nueva semilla que descubrí hace unos días gracias a Etal des épices.
Las semillas de Nigella también se llaman “comino negro”. Estas son semillas pequeñas, negras y de forma triangular. Tienen un sabor ligeramente picante, alimonado y fragante. Estas semillas se usan comúnmente en la cocina india (especialmente en naans) y oriental.
Cuando probé estas semillas, tuve la impresión de reconocer el sabor de las galletas de aperitivo tipo Balzen. Es por eso que mi primer intento estuvo orientado hacia esta receta.
Para unas 30-40 galletas:
- 250g de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 2 cucharadas de semillas de amapola
- 2 cucharadas de semillas de sésamo
- 2 cucharadas de semillas de nigella
- 60 g de mantequilla cortada en trozos pequeños
- 12cl de agua
- 1 cucharadita de sal
1- En un bol mezclar la harina, la levadura, la sal. Trabajar la mantequilla con la harina con las yemas de los dedos hasta obtener una sémola gruesa.
2- Hacer un pozo y agregar agua poco a poco. Amasar hasta que se forme una bola.
3- Divida la masa en 3 y colóquelas en 3 ensaladeras. Vierta las semillas de amapola en una, la nigella en otra y el sésamo en la última. Mezclar para que las semillas se incorporen bien a la masa.
4- Estirar la pasta y cortar con un cortador de galletas. Coloque las galletas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
5- Hornear durante 15 minutos en el horno precalentado a 180°C.
