Evidentemente, esta no es una receta que uno prepara para un aperitivo improvisado. Hay que preparar las coles, hacer el chutney pero el resultado es riquísimo.
Me encanta combinar queso y fruta. Y el ruibarbo en chutney acompaña deliciosamente a este queso de los Vosgos, el Carré Roussot*. Un queso cuadrado con una corteza lavada de color marrón (Roussot corresponde a la etapa óptima de maduración en el vocabulario del queso).
Al final, tenemos hojaldres que son picantes, cremosos y derretidos al mismo tiempo.
Para 4 personas :
La pasta choux:
- 30 g de mantequilla
- 12,5cl de agua
- 62g de harina
- 2 huevos medianos
El relleno:
- 250 g de ruibarbo en trozos
- 90 g de azúcar en polvo
- ½ cebolla
- 5 cl de vinagre balsámico
- ½ Cuadrado Ermita de Roussot
la pasta choux
1- Llevar a ebullición el agua y la mantequilla.
2- Retirar del fuego y agregar la harina.
3- Remueve con una cuchara de madera hasta que se absorba el agua y vuelve a poner a fuego lento.
4- Remueve constantemente hasta que la masa forme una bola que se desprenda de las paredes del molde.
5- Verter la masa en un bol, dejar enfriar y añadir un huevo. Mezclar hasta que se incorpore por completo a la masa antes de añadir el segundo.
6- Usando una manga pastelera, coloque su masa en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
7- Hornear a 180°C, calor de convección, por 25 minutos.
la guarnición
1- En una cacerola vierte el ruibarbo, la cebolla picada, el azúcar y el vinagre y cocina a fuego medio durante 45 minutos.
2- Puedes mezclar la preparación para obtener un chutney suave.
El montaje
1- Cortar la col por la mitad. Añadir una cucharadita de chutney y luego un trozo de Carré Roussot.
2- Cerrar las coles.
3- Cuando esté listo para servir, recaliente el repollo por 5 minutos a 180°C, tiempo suficiente para derretir el queso.