Esta receta está buenísima (la he probado más de una vez), y rápida de hacer, así que ¿por qué privarse de ella? Para esta receta utilizamos ambos tipos de salmón, fresco y ahumado. Nunca lo he probado, pero puedes cambiar el cebollino por eneldo.
Para 4 personas :
- 375 g de salmón fresco, deshuesado y sin piel
- 75 g de salmón ahumado
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- jugo de 1/4 de limon
- 1/2 yogur natural
- 50 g de mantequilla salada en pomada
- cebollín
- Sal y pimienta del molino
1- Cuece el salmón fresco en caldo de corte durante 10 minutos con sal gruesa, unos granos de pimienta, tomillo, laurel y una cebolla pelada.
2- Deja que se enfríe y luego pélalo.
3- Cortar el salmón ahumado en trocitos pequeños.
4- Picar finamente el cebollino.
5- Hacer el aglutinante mezclando con una batidora la yema de huevo, la mantequilla, el aceite, el limón, el yogur y una buena pizca de sal.
6- Salpimiente generosamente y luego mezcle hasta que quede perfectamente homogéneo.
7 – Agregue el salmón y las cebolletas al tazón de su procesador de alimentos y mezcle todo. Pruebe y ajuste la sazón con sal, pimienta y limón si es necesario.
Los puedes servir en una quenelle (usando 2 cucharadas) con blinis, una buena ensalada verde y huevos pasados por agua. Es un muy buen entrante, incluso un plato principal si le agregas papas.