A veces la fruta que me queda en la canasta no me atrae. Entonces, para comerlos, hago compotas con lo que tengo. Aquí, me quedaron 2 plátanos muy maduros, 2 manzanas pequeñas que se estaban empezando a arrugar. Para alegrarlo un poco, le agregué algunas fresas y arándanos. Es así como en 2 tiros de cuchara, transformamos unas frutas tristes en una deliciosa compota casera.
Además de esta compota, hice una pequeña sémola de vainilla para acompañar. Unas virutas de chocolate blanco y una pequeña violeta rota para darle color serán suficientes para decorar estos vasitos.
Para 2 personas :
- 2 plátanos maduros
- 2 manzanas pequeñas
- 4 hermosas fresas
- 1 puñado de arándanos
- 1 tapón de sirope de caña
- un poco de agua
- 25cl de leche
- 50 g de sémola de trigo fina
- 1 sobre de azúcar de vainilla
- chocolate blanco
1- Poner en un cazo los plátanos cortados en rodajas, las manzanas cortadas en trocitos, las fresas, los arándanos, el almíbar y verter un poco de agua en el fondo.
2- Cocine, revolviendo regularmente, durante 30 minutos a fuego lento.
3- Mezcle grueso con su licuadora y deje enfriar en el refrigerador.
4- Preparar la sémola calentando la leche en un cazo con el azúcar. Añadir la sémola y mezclar durante 5 minutos.
5- Dividir en vasitos a la mitad. Rellenar con compota y decorar con virutas de chocolate blanco.