Ahora que se acerca el día de los enamorados, os ofrezco unos calissons insólitos elaborados con cerezas y pistachos. Las cerezas bigarreau dan color de forma natural a la masa de calissons, así que, ¿qué podría ser más apropiado que un glaseado rosa en forma de corazón? Sí, es todo un poco flor azul.
Para 20 calissons
- 75 g de cerezas confitadas
- 150 g de almendras molidas
- 100 g de azúcar glas
- 1 cucharadita de agua
- 30 g de pistacho sin sal
Para la guinda real
- 1/2 clara de huevo
- 75 g de azúcar glas
- unas gotas de colorante alimentario rojo
1- Cortar las cerezas en trozos gruesos y picarlas con un picador pequeño. Añadir agua y seguir picando.
2- Vierta este picadillo en el vaso de su procesador de alimentos, agregue las almendras molidas, los pistachos triturados y el azúcar glas. Mezclar y añadir un chorrito de agua muy lentamente hasta formar una bola. Tómatelo muy despacio.
3- Coloque la bola entre 2 hojas de papel pergamino y extiéndala hasta que tenga 1 cm de grosor. Retire la hoja superior y deje la masa durante 2 horas. La masa ya no debería estar pegajosa. De lo contrario, continúe el tiempo de secado.
4- Usando un cortador de galletas en forma de corazón, corta los calissons.
5- Coloque los calissons en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y déjelos secar durante la noche a temperatura ambiente. Puedes ponerlos de lado para que se sequen más rápido.
6- Al día siguiente preparar el glaseado batiendo la clara de huevo a punto de nieve. Añadir el colorante, luego con una espátula de goma incorporar el azúcar glas tamizado. Debería obtener algo cremoso con una consistencia cercana a la crema fresca.
7- Sumerja la parte superior de los calissons en el glaseado, nivele la superficie, golpee los calissons y colóquelos en una bandeja para hornear. Repita con todos los calissons.
8- Dejar secar durante 12 horas a temperatura ambiente.