Siguiendo mis malvaviscos de violeta y para complacer a mi esposo que no le gustan las violetas, decidí hacer unos en un sabor que le gusta más: limón.
No lo pensé mucho, le puse ralladura de limón y jugo y quedó, por casualidad, impecable en cuanto a perfume!
Me encantan los malvaviscos caseros porque son ligeros en la boca, se deshacen… Están buenísimos.
Para 6 personas :
- 125 g de azúcar
- 5cl de agua
- 8 g de hojas de gelatina
- 2 claras de huevo
- 5 cl de jugo de limón
- La ralladura de 2 limones orgánicos
- azúcar en polvo
1- Remojar las hojas de gelatina en agua fría.
2- Vierta el agua, el azúcar, la ralladura y el jugo de limón en una cacerola y caliente hasta que llegue a 110 a 115°C.
3- Durante este tiempo, empieza a batir las claras en tu robot con bastante firmeza.
4- Cuando alcance la temperatura del almíbar, viértelo en un chorro fino sin dejar de batir.
5- Exprimir las hojas de gelatina y ponerlas en un cazo pequeño con 1 o 2 cucharadas de agua. Derrítelo y viértelo también en el merengue italiano en un chorro fino.
6- Continúe batiendo hasta que la mezcla espese y se caliente.
7- Vierta toda la preparación en un plato cubierto con papel pergamino. Nivelar, espolvorear con azúcar glas y dejar secar durante la noche en el frigorífico.
8- Al día siguiente, volver a espolvorear por encima azúcar glas. Desmoldar sobre la superficie de trabajo y luego cortar en trozos.
9- Terminar rebozando las piezas en azúcar glas y reservar en el frigorífico.