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Encontré una cesta de arándanos sin secar por casualidad, así que salté sobre ella sin saber qué iba a hacer con ella. Y finalmente, fue en un clafoutis donde usé por primera vez esta fruta fresca. Lo sé, y probablemente tú también lo sepas, arándano seco. Fresco, es muy diferente. Cruda, es muy muy ácida, podría usarse con moderación en un postre muy dulce para despertar las papilas gustativas, pero se usa principalmente cocinada.
Combiné el arándano con las galletas rosas de Reims porque me gusta poner trocitos de galleta en mis clafoutis. No sé por qué, la mezcla siempre me agrada. 🙂
Para 6 personas :
- 100g de harina
- 60 g de azúcar moreno
- 4 huevos
- 20 cl de leche de almendras
- 10 cl de nata líquida
- 150 g de arándanos frescos
- 4 galletas rosas de Reims
1- Verter el azúcar y la harina en un bol.
2- Añadir los huevos y empezar a batir.
3- Verter la leche y la nata líquida.
4- Verter la masa en un molde desmontable (de unos 24-26 cm de diámetro).
5- Lavar los arándanos y distribuirlos en la masa.
6- Repartir por encima las galletas rosas Reims cortadas en trocitos.
7- Precaliente su horno a 180°C y hornee por 40 minutos: la parte superior debe estar dorada.
8- Dejar enfriar completamente antes de desmoldar.
