Me encanta hacer tartas rústicas: no hace falta molde, no tiene que ser regular ni perfecta. Es precisamente su lado crudo, sin aspavientos lo que me gusta. Puse mermelada de castañas y rodajas de naranja en la base de mi tarta. No olvides ponerle también un poco de polvo de avellana para que absorba el jugo de las naranjas y no quede una masa completamente empapada.
Para 4 personas :
La masa rústica
- 50g de harina T45
- 50 g de harina de centeno
- 2cl de agua
- 50 g de polvo de avellana
- 30 g de azúcar moreno
- 60 g de mantequilla
la guarnición
- Mermelada de castañas (o crema de castañas)
- 3 naranjas
- polvo de avellana
para la masa
1- Verter en un bol las harinas, el azúcar y el polvo de avellana.
2- Agrega la mantequilla y lija entre tus manos.
3- Verter el agua y amasar hasta conseguir una masa tersa.
4- Envuélvelo en film y guárdalo en el refrigerador por 30 minutos.
para el pastel
1- Extienda la masa sobre una hoja de pergamino grande, enharinar regularmente el rollo.
2- Extender una fina capa de mermelada en el centro.
3- Pelar las naranjas y cortarlas en rodajas.
4- Espolvorear la tarta con un poco de polvo de avellana y disponer las naranjas sobre la mermelada.
5- Doblar la masa sobre el relleno. Espolvorear con azúcar moreno.
6- Precalentar el horno a 180°C y hornear durante 35-40 minutos.
7- Dejar enfriar completamente antes de servir.