Seguro que te tienta un trocito de esta tarta… No es complicado de hacer y no lleva mucho tiempo. El principio es hacer una compota de ruibarbo que se coloca sobre un cuadrado de hojaldre caramelizado al horno con azúcar glas y decorado con fresas frescas. Espolvoreamos pequeñas bolitas de azúcar y aquí queda una tarta lista rápidamente.
Congelo mi hojaldre, precortado de antemano en 4 cuadrados. Solo tengo que difundirlo. Eso me da una porción ideal para 2 personas.
Para 1 tarta cuadrada de 20cm:
- 1 cuadrado de hojaldre
- 10 fresas Gariguette
- 5 tallos de ruibarbo
- azúcar (2 cucharadas)
- azúcar en polvo
- azúcar de vainilla (2 cucharadas)
- un poco de azúcar chouquette
1- Pelar el ruibarbo y cortarlo en trozos pequeños. Póngalo en una cacerola, vierta un poco de agua, azúcar en polvo y cocine durante una buena media hora a fuego lento. El jugo debería haberse evaporado casi por completo.
2- Coloque el cuadrado de masa en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Espolvorear azúcar glas por toda la superficie. Precalentar el horno a 180° y hornear por unos 15 minutos. Tenga cuidado de no quemar la masa. La masa se hinchará, pero está bien. Lo aplastarás con otro plato cuando salga del horno.
3- Limpiar las fresas y cortarlas por la mitad a lo largo.
4- Endulzar la compota con azúcar de vainilla, mezclar y verter sobre el hojaldre. Disponer bien las fresas y espolvorear con azúcar chouquette y azúcar para decorar.