Creo que estoy empezando a hacer las rondas de ganaches batidos: chocolate, vainilla, café y ahora frambuesa (que se puede adaptar a otras frutas). Para las ganaches afrutadas, es mejor tomar frutas ácidas porque el chocolate blanco ya aporta una buena dosis de azúcar. Prefiere frutos rojos, bayas negras, albaricoques también, maracuyá.
Me queda por ofreceros una receta de ganache de caramelo batido y ganache de cítricos batido y tendréis las bases para vuestros macarrones y otros dulces.
Para un tazón grande de ganache:
- 150 g de coulis de frambuesa
- 50 + 160 g de nata entera (30-35% grasa)
- 120 g de chocolate blanco para hornear
1- Calentar juntos el coulis de frambuesa y los 50 g de nata líquida a fuego lento.
2- Mientras tanto, triturar finamente el chocolate blanco con un cuchillo y verterlo en un bol.
3- Vierta la mezcla de frambuesa/nata encima y revuelva con un batidor para derretir el chocolate. Si ves que el chocolate no se derrite por completo, pon el bol al baño maría.
4- Cuando el chocolate esté bien derretido, añadimos la nata restante (a temperatura ambiente o fría, da igual) y mezclamos.
5- Poner un film transparente en contacto con la ganache y llevar a la heladera por lo menos 12 horas.
6- Retire el film transparente, la ganache ahora está muy compacta.
7- Pasadas las 12 horas, vierte la ganache en el bol de un procesador de alimentos (o déjalo en tu bol) y bate a toda velocidad hasta que la ganache espese y se ponga firme. Poco a poco se aclarará y verá las huellas de los látigos en la crema.