Después de los croissants, probé pequeñas galletas de mantequilla como el pan de pasas.
En pocas palabras, no hice crema pastelera. Simplemente hice una mezcla de leche condensada azucarada y vainilla que unté en mi masa.
Para 100 panes de pasas de mantequilla:
- 230 g de mantequilla blanda
- 200 g de azúcar en polvo
- 1 huevo
- 420g de harina
- 100 g de leche condensada azucarada
- 1/2 vaina de vainilla
- 4 puñados de pasas
1- Con un tenedor, mezclar la mantequilla con el azúcar. Cuando la mezcla comience a ablandarse bien, bate con una batidora eléctrica para que la mezcla quede relajada y homogénea.
2- Añadir el huevo e incorporarlo con una cuchara de madera. Vierte la harina y la arena entre tus manos. Forma una salchicha grande y divídela en 4.
3- Extienda la masa a 1 mm de espesor sobre una hoja de papel pergamino, corte un rectángulo de 25 x 15 cm. Recuerda enharinar bien la masa sobre la marcha para no romperla al estirarla.
4- Mezclar la leche con las semillas de la vaina de vainilla. Pincelar el rectángulo de masa. Agregue 1 puñado de pasas.
5- Use papel pergamino para enrollar la masa sobre sí misma comenzando desde el lado más ancho, por supuesto. Se trata finalmente de emplear el método de los rollos.
6- Envuelva este rollo en papel pergamino y déjelo endurecer durante 1 hora en el refrigerador. Haz lo mismo con las otras 3 bolas de masa restantes.
7- Pasada esta hora, cortar secciones de 0,5 cm de grosor. Colóquelos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
8- Llevar al horno precalentado a 180° por 15 minutos.