El año pasado me lancé a un sorbete de tomate. Es muy original y delicioso como entrante. Este año opté por un sorbete de pepino con sabor a eneldo. Recuerda sacar el sorbete con mucha antelación porque su textura es especialmente dura después de la congelación a pesar de haberle añadido una clara de huevo batida. Estamos más cerca aquí de una textura de granito.
No es un helado para tomar como postre sino como entrada o aperitivo. Pronto os ofreceré una receta pero podéis utilizarla para acompañar un gazpacho o como minibola en una ensalada de verano.
Para 4 a 6 personas
- 1 pepino grande
- 1 cucharada de eneldo picado
- 1 lima
- 20cl de agua
- 10 g de azúcar en polvo
- Sal
- 1 clara de huevo
1- Pela el pepino, córtalo por la mitad y quita las semillas con una cuchara.
2- Cortar la carne en trozos y verter en una licuadora.
3- Agregue el eneldo, sal y mezcle en una sopa.
4- Verter el agua, el zumo de limón y el azúcar en un cazo y llevar a ebullición.
5- Verter esta mezcla en la sopa de pepino y dejar enfriar por completo.
6- Cuando llegue el momento de batir, bata la clara de huevo a punto de nieve y agréguela a la sopa de pepino. Mezclar grueso y verter en la máquina de helados. Fije hasta que pueda formar una bola.