Los falafels normalmente se fríen, pero también se pueden cocinar en el horno y también es muy, muy bueno de esa manera. La receta es así más ligera y no es tan mala. Sírvelas con una ensalada verde, zanahorias ralladas y una buena salsa de yogur y lima.
Para 2 personas :
- 150 g de garbanzos enlatados
- 1 puñado de perejil de hoja plana
- 1 cebolla
- 1 cucharadita de comino
- 1 cucharadita de semillas de sésamo
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- Sal
- Aceite de oliva
1- Escurrir bien los garbanzos y quitarles toda la piel.
2- Secar los garbanzos en un paño de cocina limpio.
3- Colócalas en el vaso de una batidora.
4- Lavar el perejil y secarlo bien con la toalla de cocina o papel toalla. Agrégalo a la licuadora.
5- Agrega el comino, las semillas de sésamo, el bicarbonato y la cebolla picada. Sal ligeramente.
6- Mezclar hasta obtener una pasta como en la foto de abajo:
7- Colocar una hora en el frigorífico.
8- Tomar la masa y formar bolitas, no muy grandes. Colóquelos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
9- Rociar con un chorrito de aceite de oliva.
10- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 20 minutos. Voltea las albóndigas a la mitad de la cocción. Si alguna vez sus albóndigas se esparcen un poco, tome 2 cucharadas y reforme las albóndigas un poco.
11- Sirve tus falafels con una salsa de yogur de lima y una ensalada verde.