Me gusta comer pasteles salados como plato principal con una buena ensalada verde, pero la masa quebrada o el hojaldre son demasiado altos en calorías. Para variar, de vez en cuando preparo un pastel con una base de polenta cocida. Es una idea que vi en una revista vieja y me gustó mucho. ¡Cambia, es bueno y es menos grasoso!
Decidí hacer un pastel algo italiano con calabacines pequeños, pesto, cebollas caramelizadas pequeñas y sobras de queso parmesano.
Para 4 personas
- 100 g de polenta
- 10cl de leche
- sal y pimienta
- 1 cucharada de curry
- 1 cucharadita de pimentón
- Un poco de romero seco
- 1 calabacín
- 2 cebollas
- 2 cucharadas de pesto rosso
- 1 paquete pequeño de trocitos de tocino
- 10cl de nata liquida
- 2 huevos
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- queso parmesano
1- Polenta: Requiere fuerza física o un hombre en la cocina! 🙂: Llevar a ebullición la leche con sal y pimienta. Agregue unas pizcas de romero, curry y pimentón. Baje el fuego, agregue la polenta de una vez y revuelva constantemente con una cuchara de madera y un poco de grasa en los codos durante 5 minutos.
2- Cuando la polenta esté cocida, extiéndela en el molde para pay con los dedos que habrás aceitado un poco. ¡Cuidado, hace calor!
3- Extender el pesto en el fondo de la tarta. agregar el tocino
4 – Preparación del relleno: Cortar las cebollas en aros así como los calabacines (manteniendo la piel). Coloque el calabacín uniformemente en el pastel. Agregue sal y pimienta. En una ensaladera, bate la nata con los huevos, la sal y la pimienta y añade esta “mezcla” a los calabacines.
5- Hornear durante una buena media hora a 180°. Agrega al final las virutas de parmesano que dejarás derretir en el horno.
6- Durante este tiempo cuidaremos las cebollas: Calentar una sartén aceitada y ponerlas a sudar. Añadir una cucharada de azúcar y dejar caramelizar. Finalmente agregar el vinagre balsámico. Dejar cocer a fuego lento.
7- Servir la tarta con cebolla.