Crocante, fondant y acentos sureños, lo que me agrada. Primera experiencia de tarta de queso salada y ciertamente no la última. Acompañado de una ensalada verde, es una cena perfecta.
No es complicado de hacer y utiliza ingredientes simples:
– Una base de galleta de bizcochos integrales
– Una crema a base de requesón, nata fresca y huevos aromatizados con albahaca fresca
– Pequeños tomates cherry escondidos aquí y allá.
– Una capa de crumble crujiente con el resto de la base de galleta y almendras trituradas
¿Por qué bizcochos integrales? Porque son más saludables que las tradicionales pero sobre todo para darle un sabor incomparable a esta tarta de queso.
Un poco de información útil, utilicé un molde desmontable de 26 cm de diámetro.
Para 8 personas:
- 250g de bizcocho
- 150 g de mantequilla blanda
- 400 g de requesón
- 10cl de nata espesa
- 2 huevos
- 2 yemas
- 1 manojo de albahaca
- 200 g de tomates cherry
- 50 g de almendras blanqueadas
1- Usando un procesador de alimentos, mezcle los bizcochos con la mantequilla para obtener pan rallado húmedo.
2- Forra el fondo de tu molde con un tercio de pan rallado (un buen tercio igualmente) y presiona bien. Dejar reposar en la nevera.
3- Mientras tanto, en un bol grande batir el queso blanco con la nata fresca, los huevos y las yemas. Agregue sal y pimienta.
4- Picar las hojas de albahaca y agregarlas a la mezcla de cheesecake.
5- Verter la preparación sobre la base de galleta.
6- Limpiar los tomates cherry y partirlos por la mitad, colocarlos sobre la tarta de queso.
7- Verter el resto del pan rallado con las almendras trituradas.
8- Precalienta tu horno a 180°C y hornea por 40min.
Sirva tibio o caliente, con una ensalada verde.