Cuando decimos “pastel de puerros”, pensamos en flamiche. Me gusta mucho, pero quería hacer un pastel muy diferente con un aspecto más bonito. Así que dispuse rodajas de puerro sobre una masa quebrada cubierta con queso de cabra fresco. En el momento del servicio, pongo un poco de cebolla roja picada.
Esta presentación requiere por tanto más trabajo y delicadeza para que las lonchas queden enteras tras su cocción en agua.
Para 4 a 6 personas:
- 1 masa quebrada
- 5 claras de puerro
- 1/3 cebolla roja
- 200 g de queso de cabra fresco
- Sal pimienta
1- Estirar la masa y forrar un molde para tarta de 24 cm de diámetro.
2- Retirar el exceso de masa.
3- Extender el queso fresco de cabra en el fondo y salpimentar.
4- Lavar los puerros y cortarlos en rodajas de 1 cm de grosor.
5- Poner a hervir agua con sal en una olla grande y sumergir suavemente las rodajas de puerro. Es importante ser delicado para que las arandelas queden enteras. Dejar cocer a fuego lento durante 4-5 minutos.
6- Prepara dos platos con papel absorbente y coloca sobre ellos las lonchas una a una.
7- Extender las rebanadas sobre la tarta.
8- Precalentar el horno a 180°C y hornear durante 30-35 minutos.
9- Justo antes de servir, añadir la cebolla picada.