Los domingos por la noche a menudo hay sándwiches abiertos en mi casa. Mi favorito que suelo hacer: baguette, hummus, aguacate, pepino y atún.
Pero todos los bocadillos me gustan y el domingo hice los que hoy os presento: pan de poilâne, queso de cabra ceniza, avellanas caramelizadas con sirope de arce y lonchas de jamón ibérico Pata Negra.
La Pata Negra es el nombre de los cerdos ibéricos que proceden del oeste de España y que se reconocen por sus patas negras. Estos cerdos se crían al aire libre donde se alimentan de hierba y bellotas y este alimento les da una carne veteada, delicada y fundente con un sabor típico. De su carne elaboramos jamón, butifarra, chorizo… ¡Es realmente para degustar cuando te gusta la charcutería!
Y la buena noticia es que ahora es de fácil acceso ya que Labeyrie* ofrece una gama de productos alrededor de Pata Negra: 24 meses de maduración, 36 meses de maduración, longaniza, chorizo, lomo. Algo para disfrutar realmente, es tan bueno!
Para 4 personas :
- 4 medias rebanadas de pan Poilâne
- 4 rebanadas de Pata Negra Labeyrie*
- 1 rollo de queso de cabra de ceniza
- 1 puñado pequeño de avellanas
- 3 cucharadas de jarabe de arce
- Unas cuantas hojas de rúcula
- Pimienta
1- Cortar el queso de cabra en lonchas y cubrir las rebanadas de pan con queso.
2- Dorar debajo del asador por 5 minutos.
3- Mientras tanto, triture las avellanas en trozos grandes y viértalas en una cacerola con el sirope de arce. Llevar a fuego lento y dejar caramelizar durante 2-3 minutos, no más. Las avellanas se deben recubrir con sirope de arce que habrá espesado.
4- Colocar una rodaja de Pata Negra sobre las rebanadas de pan tostado y añadir unas avellanas al sirope de arce.
5- Salpimienta y decora con unas hojas de rúcula.
* Este artículo fue producido en colaboración con mi socio Labeyrie.