Es una taza improvisada que me rondaba por la cabeza con mi espuma de chocolate blanco que me sobró hecha para este otro postre: Taza de albaricoques melosos, espuma de chocolate blanco y palomitas de cacao.
No os escondo que esta receta se parece a su hermana mayor salvo por unos pequeños cambios de sabor.
Disfruto mucho más el albaricoque cuando está frito en lugar de crudo, donde tiende a carecer de azúcar y jugo. ¡No puedo esperar a mis vacaciones en el sur para probar la diferencia! ^^
Entonces, para esta receta, mis albaricoques están fritos con grosella negra y azúcar morena. ¡Las palomitas de maíz fueron reemplazadas por sobras de galletas de chocolate caseras y terminé la taza con esta espuma increíblemente ligera!
Sirva frío y caliente o espere a que se enfríe por completo, ambas versiones son igual de buenas.
Pequeña nota, vierta la espuma solo en el último momento, de lo contrario perdería su ligereza y se volvería a caer.
Para 4 vasos:
espuma de chocolate blanco
- 100 g de chocolate blanco
- 12cl de leche
- 100g de nata entera
espuma de chocolate blanco
1- Derretir el chocolate blanco en la leche caliente y luego agregar la nata líquida. Filtrar y verter en el sifón. Agregue el cartucho de gas, boca abajo, agite y deje en el refrigerador durante 2-3 horas.
Albaricoque frito / lavanda
2- Lava los albaricoques y córtalos en trozos pequeños. Vierta en una cacerola pequeña el azúcar vergoise y la grosella negra. Caramelizar la mezcla a fuego medio. Añadir un chorrito de agua en mitad de la cocción para que tenga jugo. Deja de cocinar cuando veas que la piel de los albaricoques empieza a desprenderse.
Asamblea
3- Distribuir los albaricoques en el fondo de los vasos, espolvorear con galletas desmenuzadas y terminar con la espuma.