No me gusta mucho el café, pero cuando se trata de postres, no estoy en contra. Recientemente, me ha interesado agregar café a los postres. Empiezo poco a poco con una nata muy sencilla de hacer pero muy rica y que se deshace en la boca. El color crema es muy bonito. Lamentablemente no tomé ninguna foto.
La capa de chocolate encima es opcional pero más golosa.
Para 6 frascos pequeños:
- 25cl de leche
- 50g de azúcar
- 1 espresso
- 2 yemas y media
- chocolate negro
1- Llevar a ebullición la leche y añadir el café fuera del fuego.
2- Batir las yemas con el azúcar hasta que la mezcla blanquee. Vierta la leche y mezcle suavemente.
3- Verter en los moldes. Hornéalas al baño maría en el horno durante 25 minutos a 200°.
4- Picar el chocolate y espolvorear la nata con este polvo. Deje enfriar y luego refrigere por 2 horas en el refrigerador.