Estas cremitas las hice para la comida del día de la madre. Eran parte de un trío de postres y fueron particularmente apreciados. Son derretidos, cremosos y ricos en vainilla. Te recomiendo que pruebes las cremas 24 horas después de cocinarlas. Aquí es donde más brilla el sabor de la vainilla.
Esta receta está inspirada en la receta de crème brûlée. Es un poco el mismo principio con la cocción al baño maría.
Para 4 personas :
- 20 cl de leche (entera o semidesnatada)
- 20 cl de nata líquida completa
- 4 yemas de huevo
- 2 vainas de vainilla
- 50 g de azúcar en polvo
1- Verter la leche y la nata en un cazo y añadir las semillas de las vainas de vainilla así como las vainas.
2- Calentar a fuego lento.
3- Mientras tanto, bata las yemas y el azúcar hasta que la mezcla se vuelva clara y espumosa.
4- Retire las vainas de vainilla y vierta la leche caliente sobre la mezcla de huevo y azúcar. Batir la leche para evitar que se cocinen los huevos.
5- Verter esta preparación en moldes.
6- Colóquelos en una fuente para gratinar y vierta agua hasta la mitad de los moldes.
7- Precalentar el horno a 160°C y hornear durante 35-40 minutos. Las cremas deben tomarse encima pero aún un poco tambaleantes.
8- Dejar enfriar antes de guardarlos 24 horas en el frigorífico. Recuerde colocar una película adhesiva en cada molde.